Uno de los principales argumentos de quienes se oponen a la eutanasia y
al suicidio asistido es que si estas prácticas son legales pueden
conducir a un alto número de médicos que optarán por terminar la vida de
sus pacientes o a un alto número de personas que optarán por terminar
su vida.
Pero una nueva investigación llevada a cabo en Holanda -el primer país
que legalizó la eutanasia- encontró que el número de personas que optan
por terminar su vida fue similar antes y después de esta legalización.
Aunque la ley de eutanasia en Holanda entró en efecto en 2002, la
práctica había sido tolerada no oficialmente durante décadas en el país.
Es decir, un médico podía verse involucrado en una situación en la que
un paciente en estado terminal optara por terminar su vida y pidiera que
no se le suministraran fármacos para salvarle o que el médico le
ayudara a acelerar su muerte.
Una vez en vigor, la ley establece que el médico diagnostique la
enfermedad como incurable y que el paciente tenga completo uso de sus
facultades mentales para solicitar de forma voluntaria el procedimiento
para terminar su vida.
Posteriormente otro médico debe suministrar por escrito una opinión que conforma con el diagnóstico.
Y tras la muerte del paciente, una comisión formada por un médico, un
jurista y un experto en ética debe verificar que los requisitos para
eutanasia se han cumplido.
Tasas similares
Tasas similares
Los científicos del Centro Médico de la Universidad de Erasmus en
Rotterdam, el Centro Médico de la Universidad VU en Amsterdam y el
Centro Médico de la Universidad de Utrecht, querían analizar cuál ha
sido el impacto de la ley en el número de personas que desde la
legalización han optado por morir o solicitado la eutanasia.
"
La frecuencia con la que los médicos ponen fin a la vida de un paciente en ausencia de una solicitud explícita no parece incrementarse en los países donde la eutanasia ha sido legalizada"
La frecuencia con la que los médicos ponen fin a la vida de un paciente en ausencia de una solicitud explícita no parece incrementarse en los países donde la eutanasia ha sido legalizada"
Prof. Bregje Onwiteaka-Philipsen
El estudio, publicado en The Lancet, encontró que las tasas antes y después de la legalización "son similares".
Los investigadores utilizaron los datos de las estadísticas nacionales e
identificaron las muertes donde había posibilidad de que un médico y un
paciente se habían visto involucrados en una decisión para poner fin a
una vida.
Posteriormente enviaron cuestionarios a los médicos que habían estado
involucrados en esos casos y les preguntaron si habían llevado a cabo
una decisión que involucrara no suministrar un medicamento para salvar
una vida o administrar un fármaco para acelerar la muerte de un
paciente.
Los científicos encontraron que entre 1990 y 2001 las tasas de
eutanasia y suicidio asistido se incrementaron del 1,9 al 2,8% en las
tasas totales de mortalidad.
Entre 2002 y 2005 -los años posteriores a la legalización de eutanasia y suicidio asistido- las tasas disminuyeron a 1,8%.
Y posteriormente, de 2005 a 2010 notaron otra vez un incremento a 2,9%.
En en promedio, dicen los investigadores, "con la reducción vista en
las tasas en 2005, los niveles de eutanasia y suicidio asistido en 2010
fueron comparables a los vistos antes de que la ley de eutanasia en
Holanda fuera implementada en 2002".
Entre jóvenes
Entre jóvenes
Los científicos encontraron también que las prácticas de eutanasia y
suicidio asistido en el país se han llevado a cabo principalmente entre
personas jóvenes, pacientes con cáncer y en la práctica clínica general y
no en los asilos de ancianos y hospitales, como se pensaba.
Tal como expresa la profesora Bregje Onwiteaka-Philipsen, quien dirigió
el estudio "la frecuencia con la que los médicos ponen fin a la vida de
un paciente en ausencia de una solicitud explícita no parece
incrementarse en los países donde la eutanasia ha sido legalizada".
"En Holanda, esta práctica se ha reducido significativamente" agrega.
La eutanasia y suicidio asistido siguen siendo temas ampliamente controvertidos en muchos países.
Hasta ahora ambas prácticas sólo son legales en tres países: Holanda, Bélgica y Luxemburgo.
El suicidio asistido -cuando el paciente se autoadministra un
medicamento letal recetado por un médico para poner fin a su vida- es
legal en Suiza y tres estados de Estados Unidos: Oregon, Montana y
Washington.
En el Reino Unido la Asociación Médica Británica votó recientemente
para mantener su posición actual de "firme oposición" a la legislación
del suicidio asistido y a cualquier cambio en la ley actual.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario